miércoles, 13 de julio de 2011

"ACTILANGUE", L´ÉCOLE.

Deshaz la mochila que no hay excursión. Voy a hablarte de la Escuela donde paso las mañanas, que esto, aunque te parezca coña, es la memoria oficial de mi PALE y digo yo que habrá que mencionar las clases. Por si te piensas que estoy de vacaciones que sepas que me levanto todos los días a las 8, acumulo un deficit de sueño importante que ya compensaré cuando vuelva, aquí hay mucho entretenimiento por la tarde y por la noche...por si te piensas que no estoy de vacaciones.
A lo que voy, que me lías. Al llegar a Actilangue te hacen un examen oral, te colocan en el nivel que les parece y te asignan un grupo. Todos los viernes acaban las clases algunas personas, todos los lunes se incorporan otras, así que todas las semanas ganas algún compañero y pierdes otro.... sí, sí, ya sé que esto te aburre y que empiece a despotricar (mucho no puedo, alguno tiene la dirección del blog, y, aunque españoles no hay, mis compas son multilingües).
Las tres primeras horas de clase son de gramática y vocabulario. Infumables. La profe es simpática y guapita y tal pero ahí acaban sus virtudes docentes.  Esta mañana hemos sido agasajados con el empleo del subjuntivo +  vocabulario de insectos, si hubieras estado habrías aprendido a decir joyas como esta:   "Que pretendas parecerte a las abejas no significa que lo seas,  susurró la araña sabia a la joven avispa". Frase que, como bien sabes, da mucho juego en cualquier conversación. Estas entretenidísimas clases la comparto con otros 9, un grupo hetereogéneo en cuanto a edades y nacionalidades : Rusia, EEUU, Serbia, Suiza, Alemania, Italia, Bulgaria, Pakistán y Australia, este último se toma con cada sorbito de Minute Maid un sorbito de café. Cada Minute Maid le da para tres cafés que se engulle en las dos primeras clases, daría para un reportaje aparte la criatura.

Luego viene la clase oral (de francés -del  idioma-). Se habla de lo que primero se le ocurre al primero que habla, todo metódica improvisación. Como nos entendemos bien el profe no corrige, así que no sabes si aprendes o desaprendes: si hablas después de  la americana te sale francés con acento de Texas y si quien habló antes es una rusa te sale polaco. A pesar de todo, os presento a Michel, mi ídolo: un profe de unos 60 años, con un humor ácido corrosivo que tan pronto le planta a una rusa que si viene para encontrar marido o a una sueca que cuánto dinero le da su padre para drogas. Pero todo con gracia, caminando, con éxito, en la cuerda floja que separa lo gracioso de lo ofensivo. Todas se parten de risa.

 Y hablo en femenino porque todas son chicas, entre 20 y 25. Todas hijas de papá (divorciado), orgullosas se autodefinen como BCBG (bon chic, bon genre), en cristiano "pijas de manual". Hablan varios idiomas, y todas muy risueñas, simpáticas, divertidas, frívolas, inteligentes... no siempre: el domingo se fueron en barco a Saint Tropez, el lunes aparecen achicharradas. Una ha estado dos días con fiebre. Otra, que no había ido en el barco, cuenta que ha dedicado el finde a hacer compras, "pero eran rebajas". "Pues mejor, ¿no?" dice el profe. Al unísono replican que es un horror: en rebajas tienes que hacer cola. El profe me mira, "¿las matamos?", eso le oí pensar.

En cualquier lugar te encuentras a alguien sin querer o queriendo. En la playa  siempre buscas a cualquiera para dejarle a cargo de la mochila mientras tú te estás una hora en el agua. Como desde que les conté que me colé en el Negresco soy su referencia mediática (muy por encima de Paris Hilton) se alegran cuando me ven aparecer. Así  que haces una concesión y les acompañas a Phoenix Park, un parque que hace 30 años tendría su gracia pero que ahora es un poco simple, imagínate que solo cuesta 2 €. Allí le enseñas a estos muchachos que aunque haya una valla que impide el paso al acuario tú la puedes apartar y p´adentro (que para eso has pagado y no hay nadie vigilando)  y  luego la vuelves a poner en su sitio cuando sales. Los peces ni lo vieron de la risa nerviosa que les producía la emoción de lo prohibido.

Y son todos muy pijos sí,  pero por las noches bien que acuden como moscas al botellón de la playa y se arrean una botella de dos litros de cocacola rellenada, mitad y mitad, con whyski (no he medido el porcentaje de la mezcla, pero sí lo he probado).

Ahora me salen en el facebook invitaciones en todos los idiomas, pero como esto no pasa de un romance veraniego me hago el duro y a la  mayoría les voy dando largas, que, si os acordáis de mis compas de Montreal, hasta un Consulado preveía y de momento ná de ná.


3 comentarios:

  1. Ay que pensaba yo que te pasabas las mañanas en clases aburridas haciendo algo, anda que... No te vienen a ti bien las pijas y los raritos pa echar un rato. Haces bien en demostrar que la clase media del pueblo (eso si, y en concreto tu persona) les puede sorprender y enseñar más que los profes.
    ¿Donde está la gente.... toooooodos de vacas? pues que mal porque hay temporal en medio pais, ¡A JOD...¡

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  2. que me acuerdo yo del arce ¡ tu mapi debes ser familia de luis, k mala leche tienes, aunk bien pensado: ojala k llueva hasta agosto ¡¡¡¡

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  3. buf, aún no habéis pasado la ola de calor de todos los julios?, pues que espabile que yo no me la quiero encontrar.

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