lunes, 18 de julio de 2016

Vilnius/ Lituania

Si Vilnius es Patrimonio Universal de la Unesco quizás no deberías hacer mucho caso a aquélla turista española que encontraste en Tallin y que te dijo que no merecía la pena. Pero tú sacas tus conclusiones. Y al llegar a Vilnius las confirmas: aquella  mujer estaba borracha. No solo porque la ciudad es bien chula, sino también porque desde que saliste de Finlandia los precios han bajado al mismo ritmo que la latitud, y lo que en Helsinki costaba 7 aquí cuesta 1,5. Pues claro, me refiero a la pinta de cerveza.

jueves, 14 de julio de 2016

Riga / Letonia

Para ir de Tallín a Riga en tren tienes que pasar por San Petesburgo. Y qué pereza. Así que en Lux Bus, que es cómodo y te permite utilizar el viaje para hartarte de paisajes y para hacer este post. En cuatro horitas bordeando el báltico y atravesando densos bosques de...no sé, árboles, ya estás en Riga, la "Perla del Báltico", donde las estufas de las terrazas ya no son tan evidentes, aunque tan evidente a ti no te resulte que viajamos hacia el sur, pues para que lo sepas.

lunes, 11 de julio de 2016

Tallín / Estonia

Para qué te vas a bajar del barco con el mogollón, tú sigue echando fotos a Tallín y espera sin prisas a que se bajen todos para luego desembarcar tranquilo. Qué raro, parece que aún hay bastante trajín por los pasillos!...quizás se está empezando a llenar con nuevos pasajeros que hacen el trayecto inverso. Y ahora, ya sí, te entran las prisas. Y bajas a la quinta planta, y corres entre camarotes, y subes a la séptima y vuelves a bajar a contracorriente de los nuevos pasajeros, y qué sofocos entran cuando ya te imaginas de nuevo en Helsinki por no saber salir del barco. Desde aquí se lo digo a los de Viking Lines: o ponéis indicaciones de cómo salir o algún día os encontraréis familias que han proliferado dentro del ferry formando colonia que jamás pisó tierra firme y reclamando la soberanía sobre su único mundo conocido. Advertidos quedáis.

jueves, 7 de julio de 2016

Helsinki

Pese a los malos augurios, ni los controladores aéreos franceses ni la tormenta perfecta nos dejaron sin volar (ni a mi casa sin toldos). Así que ya estás en Finlandia dando vueltas por el parking del aeropuerto sometido a las exigencias incuestionables del Google Map que es quien manda, para acabar preguntando, como antaño, a un ser vivo que es quien finalmente logra situarte en el andén correcto para ir al hotel. Estás en Finlandia, donde toda la gente es tan rubia y tan lista que pueden entenderse entre ellos en finés, algo totalmente inalcanzable para el resto de la humanidad.