sábado, 30 de enero de 2016

Bratislava


 Ya supondrás que viajar a Centroeuropa a finales de enero requiere un poquito de abrigo, así que, unos días antes, miras la previsión meteorológica. Paradójicamente, más que dejarte frío te entra un sofoco repentino al ver los -23º que marca la previsión como mínima. Pero mucho más inquietantes los -11º que marca como máxima. Según se aproxima el día las previsiones van cambiando, y tú que ya te habías hecho a la idea de una nueva dimensión te defrauda un poco la desaparición de la borrasca que venía de Siberia.  Llegas a Eslovaquia con 5 graditos más que razonables.