sábado, 24 de noviembre de 2012

Довиждане България, adiós Bulgaria.

Existe una aplicación de móvil que consiste en buscar "cajas" que otros han escondido. Una vez que la encuentras escribes tu nombre y se lo notificas a su dueño. Absurdo te parece cuando te lo cuenta el alemán, pero al final todos acabamos buscando cajas porque en Europa Alemania manda pero aquí Alemania convence. Así que todos al paseo fluvial a buscar las dos cajitas que ha detectado el GPS. Una se resiste, pero ahí ves el contenido de la otra: Claus es la décima persona que escribe su nombre en el papelito que contiene la caja,  y cada "descubridor" introduce un objeto y la vuelve a colocar donde la encontró... Vale sí, mejor no digas nada.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Veliko Tarnovó y Arbanasi

Seguro que no sabías que Espartaco (no el torero, sino el de la peli, el de la peli del esclavo romano) era búlgaro. A decir verdad ni él mismo lo sabía porque Bulgaria no existía. Te cuento esto para que veas como, desde antaño, estas tierras han estado sometidas a algún invasor, en este orden: romanos, otomanos, imperio astrohúngaro, rumanos, soviéticos, y la Merkel. Así que hoy, en vez de ir al Parque Nacional que tenemos a 20 kms, pillamos la frugoneta y nos atizamos tres horas para ir a la primera capital de Bulgaria: Veliko Tarnovó, y que todo parezca mucho más didáctico y educativo, que Parques hay en cualquier sitio. Y subes a un castillo, y qué frío hace en los Balcanes, y qué bonito lo que intuyes que hay en mitad de la densa niebla.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Silistra, otro intento.

No te pongas pesad@ con lo de querer ver Silistra porque no es una ciudad turísticamente mostrable, aquí vienen los turistas a pernoctar porque en el Parque Nacional que hay al lado no hay hoteles. Así que mira, te voy a poner la foto del Palacio de las Artes que es lo único fotografiable que he visto y se acabó la ciudad. Además de 8 de la mañana a 8 de la tarde te van a tener ocupado haciendo/viendo/oyendo/hablando. Hoy de turismo tampoco sales.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Dobrich y Varna


Si la ilusión de tu vida era conocer Dobrich estás de enhorabuena. Entra en la frugoneta y hazte un ocho para ver algo por la ventanilla  (que te te llega hasta la barbilla) y en una horita te plantas ante una ciudad que todavía huele a stalinismo por sus viviendas en bloques, por sus estatuas, por sus espacios abiertos... de hecho Bulgaria fue el satélite más fiel de Moscú, y, por lo visto, se llevaba fatal con todo lo que oliera a occidente.

martes, 20 de noviembre de 2012

Escasamente Silistra.


Aún no te puedo enseñar Silistra porque solo conozco los 500 metros que separan el hotel de nuestra emboscada de hoy. Ahí tienes el Insti donde me he pasado el día (a saber cómo se pronuncia). No te alegres de mi cautiverio porque si a mí no me sacan de turismo tú tampoco vas a ver gran cosa, pero al menos tú te has librado de varias horas de ponencias variopintas, de un señor de la embajada francesa que no calla, y de otros ponentes que triplican el tiempo estipulado para su exposición haciendo demorar hasta el miércoles mi puesta en escena.

domingo, 18 de noviembre de 2012

България, que es mucho decir.

Sí, ya sé que unas jornadas sobre Formación Profesional y Mercado Laboral en la UE no parece un plan digno de este blog, pero si la Agencia Estatal de Programas Europeos decide enviarte a 3000 kms para asistir  a este tinglao pues no te puedes negar, que pa eso te dieron aquella cosa , y de aquellos barros estos lodos.
Así que haces las maletas y picas billete con una compañía rumana para volar hasta Bucarest, y cruzas los Balcanes y cruzas también los dedos para que en el aeropuerto haya alguien esperándote para llevarte por carretera hasta Bulgaria. Y sí, había una frugoneta más digna de malocotones que de 12 espécimenes venidos de varios países europeos vete tú a saber pa qué. El trayecto  te recuerda al suplicio por Rajasthán (aunque aquí las carreteras sí son carreteras, pero no hay coches). Son las cinco de la tarde y es noche cerrada, con una niebla que dan ganas de untar pan, si el Conde rumano más famoso resucitase por aquí aparecería. Como Drácula no aparece, sin más entretenimiento que la parada en la frontera para que el policía que entra en la frugoneta nos hable a cada uno en nuestro idioma, tras tres horas llegas a Silistra.

Y ya que estás aquí te lees lo que nos tienen preparado para la semana...sí, visto el programa, si tiene pinta esto de ser digno de un blog de viajes. Seguro que nunca te habías planteado conocer estas tierras, pues mira por donde.

¡  Bienvenid@ a Bulgaria !

(iba a cambiar el mapina para agregar este país, pero casi mejor me preparo un poco la ponencia de mañana -en francés, idioma oficial de estas Jornadas-, aunque realmente me gustaría empezar así: "voy a hablar en español y quien no me entienda que se joda"...ya me lo voy pensando).