lunes, 18 de enero de 2010

Sinsentido Travelling, III Edición.

Cegado por el éxito de ediciones anteriores (y con tremendas ganas de estrenar mi maleta nueva) os invito a un nuevo viaje. Lo de "invitar" tómese como un decir. Buceando en internet me he encontrado algo que os puede interesar (o no, aunque eso no lo sabréis hasta que ya estéis metidos hasta el cuello). Aquí van las bases de esta próxima escapada:

1. Duración: 5 días, no se asegura ver Procesiones ni hacer el Calvario...pero podría ser.
2. Fecha de salida: 29 marzo.
3. Presupuesto: 300 €. Ya sabéis que esto incluye como mínimo los desplazamientos ida/vuelta. En otras ediciones el presupuesto inicial ha cubierto también el alojamiento, pero los precedentes no condicionan. Semana Santa es una fecha cara, muy cara. Aunque eso es según, cómo y dónde. Eso sí, como siempre, rendiré cuenta de los gastos al comienzo de la expedición.
4. Plazo: La inscripción en esta actividad lúdico-deportiva-religiosa-gastronómica-cultural deberá formalizarse a muy tardar el día 20 de enero. Sí, ya sé que es pasado mañana...es lo que tienen los chollos, o los atrapas o se te escapan.
5. Solicitudes: Ingresa la pasta en mi cuenta y ya estás apuntao, y, si no te da tiempo, me la llevas a casa en billetes de 50 sin numeración correlativa.
6. Información: Se prevén pistas falsas, medias verdades, deslices accidentales y despistes reveladores. La única información oficial, para adecuar vuestro equipaje al destino, se publicará en este blog el 27 de marzo.
6. Reclamaciones y denuncias: El precio de la actividad es irremborsable, esta vez no hay seguro de cancelación. El organizador no se hace responsable de ná.
7. Fuero:  Para cualquier discrepancia, queja, denuncia o reclamación que se deriven de esta actividad los participantes se someten al fuero de los Tribunales de Sri-Lanka (...uins, ¿esto es una pista?).

Hala, vete al cajero ¡

(el colorido de las letras puede ser muy revelador del destino o puede ser una horterada... como tú lo veas)

viernes, 8 de enero de 2010

Momo-Tour.


Momo tiene 24 años es un senegalés del interior del país afincado en Dakar. Lo de MOMO-TOUR es idea suya, buscarse la vida aquí cobra un significado literal y acuciante. Durante unos días le pagamos comidas, le dimos dinero, le regalamos nuestras camisetas y le surtimos de medicamentos...él nos llevó a su casa, una habitación en un suburbio de Dakar, y nos dio un té buenísimo. Por tanto él fue mucho más generoso:  nosotros le dimos lo que quisimos, él nos dio todo lo que nos podía ofrecer.

Suele vender en las calles de Dakar y y está acostumbrado al trato con los turistas. Si algún día vas por Senegal y quieres que te acompañe alguien de fiar aquí tienes a Momo, él intentará que tu estancia en Senegal sea agradable, y tú contribuirás a que deseche definitivamente la idea de volver a montarse en un cayuco.
tlfno: +221 775 387642

Y este viaje aquí termina, nos vemos (o no, como quieras) para el siguiente.
 Y para mis acompañantes insensatos: espero que perdure vuestra insensatez, en breve se publicará en este blog una nueva edición del "Sinsentido". Mantente atento.


Hasta la próxima, amiguitos ¡¡¡¡

jueves, 7 de enero de 2010

Isla de Ngor.

Hoy lo dedicamos al turismo tradicional: vuelta y vuelta en la playa y la cervecita en el bar. Nos vamos (los insensatos y yo...que me dicen que no los menciono -aunque yo creo que cuando hablo en plural también están ellos-) a la Isla de Ngor, frente a Les Almedies. Pasamos a la isla en cayuco, y en diez minutos está vista e inspeccionada. No hay coches ni asfalto, las casas forman estrechas callejuelas que siempre van a dar al mar, se respira un ambiente sesentero que anima a 1. fumar marihuana y 2.hacerte unas rastas (desheché ambas opciones,1. por ilegal y 2. por dificultad). Nos viene uno diciendo que es el Dalí de Ngor y te enseña sus cuadros, otros se acercan tocando un instrumento de cuerda indescriptible, tres o cuatro vendedores pa dar el toque playero, los chavales de los chiringuitos jugando al fútbol entre cliente y cliente, clientes que no somos más de 7 turistas europeos... y eso es todo lo que te puedes encontrar en la playa donde pasamos el día.  Tumbado en la arena recuerdas que te quedan pocas horas para volver a la bufanda y los guantes, y, como siempre, te arrepientes de no haber previsto un día más, y los insensatos van y te lo echan en cara (pal próximo viaje me los llevo a Bagdad, o a Hernani).

Ya en el aeropuerto el gentío te acosa para que le des lo que te ha sobrado en "sefas" pues saben que de nada sirve llevarse dinero senegalés, y como todo lo que tenías lo has ido dando por las calles no te queda ni una moneda para desquitarte y llegar a la puerta del aeropuerto que está a 10 metros. Y unos chavales con rostros desencajados por la necesidad te piden que les cambies las monedas de euros que reciben de los turistas por billetes (que es lo que pueden cambiar en "sefas"). Algún turista bienintencionado (e insensato) les hace ese último favor, y recibe 20 euros en monedas de 1 y de 2 a cambio de un billete de 20. Ya dentro del edificio los turistas aligeran el peso de las monedas que guardan en sus bolsillos y se quedan pasmados al descubrir que las monedas de euro que contaron ante sus ojos se han convertido en monedas de 20 céntimos. Y te sientes un poco lelo. Te viene a la mente la palabra "estafa", pero la deshechas inmediatamente: estafa son las comisiones abusivas de mi banco o las ofertas engañosas de telefonía o internet. Lo de esta gente es supervivencia, y valoras que, entre tanta miseria, hayas podido pasear con tu cámara de fotos, con tu ropa europea, con  tus complementos de guiri, y con tus euros, sin que nadie haya intentado robarte. Y te vas de Senegal y piensas que algún día tienes que volver (incluso con insensatos), que ha sabido a poco.


PD: Reparé  la maleta que me rompieron en Toulouse, y apareció en Barajas como si un loco se hubiera ensañado con ella con pico y pala, o como si se hubiese caido del avión antes de aterrizar. Definitivamente este ha sido su último viaje, pero antes de morir me ha proporcionado dos maletas nuevas (Air Europa me ha enviado otra), así que se merece este homenaje con foto y todo.

PD2. El viaje ha acabado, pero mañana haré una reseña con nuestro "becado" Momo, me dijo que lo pusiera en el blog por si alguien necesitara sus servicios de guía en Senegal. Sé que este medio no va a resultar efectivo, pero a él le hace ilusión y alimenta, quizá, su esperanza de salir adelante. Así que mañana leedlo.

miércoles, 6 de enero de 2010

Joal Fadiouf (Isla de las Conchas).




Tras tres horas por "carreteras" plagadas de baobabs y vendedores llegamos a Joal Fadiouf, si pincháis en las fotos podéis verlo con más detalle. Contratamos a un guía local que pueda guiar a nuestro guía (a estas alturas ya hemos asumido que hemos becado a Momo para que estudie cómo se comporta un turista, él, hoy,es un turista más).
 El nuevo se llama Gerard. Te pregunta que de qué parte de España, "de Extremadura" le contestas, "pero...¿de Cáceres?" te dice tan pancho. Y tos flipaos. Resulta que Gerard dejó a medias su carrera de filología hispánica y su sueño es pisar algún día territorio español. Os dejo su correo por si alguien le puede traer a dar una conferencia o algo (habla español mejor que alguno de vosotros) o por si algún día vais por su pueblo, como guía es excepcional: albegeraul@yahoo.fr , su tfno +221 773543882 (esperemos que entre las 150.000 visitas -aproximadamente- que recibe el blog a diario alguien le pueda ayudar).


Fadiouf es una comunidad formada por 3 islas en un brazo de mar que se adentra en el continente. Es un sitio bastante exótico por dos razones:
a) Está rodeado de manglares y tiene chozos.
b) En la plaza central hay un gran cartel que informa de su hermanamiento con Fuenlabrada.

Los fuenlabreños han  pagado unos puentes de madera muy chulos que conectan las islas (la gente roba la madera -para guisar y esas cosas- por lo que no descartan hermanarse también con Móstoles para ver si los pueden hacer de hormigón).
Te montan en una canoa y al barquero lo llaman gondolero porque Gérard dice que esto es la Venecia de África. Yo le digo que prefiero estar aquí que en Venecia, por la temperatura, por los paisajes, y, sobre todo, por los italianos.

Una isla hace de granero (de mijo), otra de cementerio, y en  la más grande se asienta la población. Hay iglesia y mezquita, pero cristianos y musulmanes tienen claro que para cosas importantes hay que acudir al Baobab Sagrado que tienen en mitad del poblado, allí pasean a sus muertos o invocan a la lluvia.
La isla se formó por acumulación de conchas, de ahí su sobrenombre, según Gérard es que "comen la hostia de berberechos", y debe ser verdad porque los tienen por todas partes puestos al sol. Gérard se comió un puñao y nos advirtió que él estaba acostumbrado pero que a nosotros nos podría provocar movimientos intestinales indeseados. No tentamos a la suerte. Lo que sí comimos fue "pan de mono" que es el fruto del baobab y sirve para curar la malaria, lo estaban manoseando las señoras de la foto y nos lo dieron a probar, y ya sabéis (por los programas de viaje de la tele) que para ser buen viajero te tienes que meter en la boca todo lo que te ofrezcan. Y cuanto más asco te dé mejor, así que yo lo hice fenomenal.


De vuelta al caos, Momo nos invita a su "casa": una habitación alquilada en un suburbio de Dakar. Nos prepara un té contundente en un hornillo y yo, que odio el té, me lo bebo y me gusta...y si me quedara aquí unos meses acabaría convirtiéndome a la raza negra: es lo que tiene no tener personalidad, se te pega tó. Y seguimos la celebración cenando a baza segura: hamburguesa con patatas fritas, que eso de "saborear" otras culturas está muy bien pa cuando no hay hambre.

martes, 5 de enero de 2010

ISLA DE GORÉE.


Le hemos dado permiso a Momo para que descanse de la paliza que se dio ayer de no hacer nada. Desde el puerto de Dakar sale el ferrys hasta la Isla de Gorée.
Esta isla es el último trozo de África que pisaban estas gentes antes de ser hacinados en un carguero rumbo a los mercados negreros de la época: Cádiz, Lisboa, Burdeos, Amsterdam...
La condición insular de la fortaleza garantizaba el camino del no retorno, aunque aquéllos que conseguían zafarse de sus captores preferían que se los tragase el mar antes de ser encadenados, humillados, maltratados y convertidos en moneda de canje y bestias de carga.
La isla es Patrimonio Universal de la UNESCO, es pequeñita, se recorre en un rato. Está concebida como escenario colorista de pintores y artesanos, pero sobre todo es un homenaje al recuerdo, a la historia de la mayor deportación (en número y en tiempo) que haya padecido un pueblo.

En la "Casa de los Esclavos" me acerqué a un grupo con un guía: ningún museo del mundo me ha impactado tanto como esta casa colonial vacía de mobiliario y llena de sensaciones. "Durante dos siglos, relataba, se llevaron a los más capacitados, a los más rápidos, a los más fuertes", y relacionaba con brutal coherencia la actual miseria africana con el expolio humano de la época. Contaba que en la antigüedad, en todos los continentes, había habido esclavitud, pero ninguna forma de esclavitud conocida hasta entonces fue tan brutal: los europeos sustrajeron a los negros su condición de seres humanos. Contó algún detalle sobrecogedor del trato a los esclavos. Los negros del grupo, unos 15,  escuchaban con mirada de absoluta tristeza, de profundo dolor. Los cuatro europeos que escuchábamos (dos francesas, un holandés y yo)  percibimos que una brizna de sangre de nuestros antepasados aparecía de repente para incomodarnos y, confusos, nos cruzamos una mirada desconcertante...era vergüenza.


De vuelta a la frivolidad, la isla es bien chula. Te puedes tirar en una playita para ver llegar una patrullera de la Guardia Civil. Y alucinas. Y piensas en los barcos negreros de aquélla época lejana y salvaje. Y piensas en los esclavos embarcados en condiciones infrahumanas temblando de frío y de miedo. Y piensas en nuestro tiempo: tan racional, tan humano. Y piensas en cayucos cargados de personas embarcadas en condiciones infrahumanas, temblando de frío y de miedo...y sin antepasados remotos a quiénes poder cargar la vergüenza. Y te consuelas pensando que nuestra patrullera está aquí para ayudar.

Y te vas a tomar  un café con leche. Te ponen agua caliente en una cacerola abollada, te dan un sobre de nescafé y te cobran tres euros por taza (precio para europeos)... hacen bien, les debemos mucho más ¡.


De vuelta al caos (Dakar) sales a cenar el plato nacional (Yassaf) no sin antes preguntar prudentemente si pica. "No pica", te dicen, y tú, incrédulo, añades "¿ni un poquito?". "No pica nada" concluyen. "Pues p´alante", decimos.
Sí, ya lo podéis imaginar: con solo mirar la foto ya te está picando. Sólo espero que los Reyes Magos me traigan esta noche una caja de Almax...aunque en la carta que les he escrito (y que he dejado sigilosamente en cuarto de baño de la habitación contigua) he pedido una wii o en su defecto cualquier cosa cara. Ya veremos que me traen.

lunes, 4 de enero de 2010

LACROSE (Lac Rose)


En Senegal te puedes desplazar en taxi convencional, en colectivos de 7 plazas, y en transporte en común: unas furgonetas con claros indicios de derrumbe inminente (eso sí, muy coloridas) y siempre repletas (normalmente va alguno por fuera, subido en el parachoques). Nos hicimos los chulitos y quisimos meternos en una furgoneta, así que Momo nos llevo a una especie de estación de autobuses (nuestro acompañante, si haces algo inadecuado o si te metes en un lio, no hace absolutamente nada para ayudar, se limita a estar ahí...como pa que aprendas). Las furgonetas sólo salen cuando están completamente llenas y además teníamos que hacer varios transbordos antes de llegar a nuestro destino. Un hilo de cordura atravesó nuestras mentes y al final alquilamos un taxi por 25.000 "sefas" (francos africanos), una miseria pa lo lejos que nos llevó.

Lacrose (Lago Rosa) es conocido porque aquí termina el  Rallye París-Dakar, y,  a decir por los socavones de la pista de tierra que hemos padecido, me temo que hemos hecho parte de ese Rallye. Incluso con lo asquerosito que soy yo pal polvo (del camino) el viaje ha estado genial. Y aparca el taxi y los vendedores avistan carne fresca.
 Hoy he aprendido que si dices que eres italiano no te pegan tanto la brasa para que compres, pero si sueltas que eres español ya la has liao. Y te hablan de lo idiotas que son los franceses y lo simpático que somos los españoles, y que nosotros amigos, y que te regalo esta pulsera, y que españoles buenos y bravos, y que muchos amigos en España, y que mucho-bueno-hecho-a-mano, y que buen precio.

El lago es una salina donde, según Momo, la gente que quiere trabajar carga sacos de sal y los mete en un camión y te pagan según los que cargues. Tú, como guiri, no tienes que cargar sacos, sólo intentar avanzar entre los vendedores. Viendo a la gente descalza sobre la sal con sus picos y sus palas entiendes que ser acosado por vendedores tampoco está tan mal.


Al final acabas en un garito acotado para turistas (unos 10 ó 12, casi todos españoles) y te puedes bañar en el lago. Flotas como un corcho por la densidad de la sal, y si alguien (yo) comete la torpeza de meter la cabeza bajo el agua luego no podrá abrir los ojos porque te cuecen, y tendrás que salir del lago para que un señor te tire un cubo de agua dulce a bocajarro y te pida un euro por tan sacrificado esfuerzo. Y te vuelves al lago a flotar como un corcho y a quemarte los hombros porque se te olvidó ponerte protección (y es que uno, ya lo he dicho en otras ocasiones, se vuelve gilipollas profundo en cuanto se viste de guiri).
Y tanto polvo tragamos en el viaje de vuelta que mañana decidimos hacernos a la mar. Nos vamos a la Isla de los Esclavos, no te la pierdas (o sí, tú mism@).

domingo, 3 de enero de 2010

DAKAR

(NOTA: Esta vez el diferido resta emoción, ya sabéis que he vuelto vivo y sin mediar rescate. Aún así publicaré una entrada por cada sitio digno de recordar -una por día durante toda esta semana, si me canso antes ya lo diré-. Asi  que, si quieres darte una vuelta por Senegal ¡ móntate que nos vamos ¡ ,  y si no pon la tele y escucha a Belén Esteban...que de la Princesa del Pueblo se aprende la hostia).

.......
En 4 horas y media de vuelo pasas de la bufanda a las sandalias. Miles de pájaros en el cielo te llevan a pensar que sobrevuelan un estercolero. Al aproximarte compruebas que lo que las aves carroñeras sobrevuelan es la ciudad de Dakar, joya de Senegal y la ciudad más emblemática y "moderna" de todo África occidental.





El recorrido hasta el hotel es bastante revelador de lo que te encontrarás cuando patees la ciudad: Dakar es un gigantesco mercado con algunos edificios entre los puestos. Realmente la ciudad, como tal, no puede ser más fea (tiene su encanto, que dirían otros), yo bien creo que daría el pego si pusieran imágenes de esta ciudad para ilustrar las noticias de atentados en Kabul .
Nos levantamos tempranito, te metes pal cuerpo un Senecao y te tiras a la calle. Animación toda la que quieras. Las calles están repletas de gente vendiendo cosas previsibles junto con otras más inverosímiles: figuritas de madera, bisutería artesanal, el esqueleto oxidado de una sombrilla de playa, un volante de coche usado, pomos para puertas...también te puedes encontrar un rebaño en cualquier sitio, en la foto el lavado de una cabra en una playa del centro.


Como aún no sabes muy bien cómo funciona esto pues haces lo que has hecho toda la vida: que ves un tumulto, pues allí vas tú con tu cámara de fotos a ver qué sacas. El tumulto eran unos chavales haciendo "lucha senegalesa" (el deporte nacional), y, cuando te ven tan blanquito y con una cámara en las manos, todos quieren dinero por sacarles fotos, y, como eres nuevo en el país y aún no eres consciente de que los senegaleses son gente amable, sospechas que serás el próximo contrincante en el corro que tienen montado, y, como dijo un amigo, ya presientes que en la pelea sólo habrá dos golpes: el primero tu oponente contra tí, el segundo tú contra el suelo.

Intentamos, en vano, conseguir una guía de información turística para recorrer la ciudad. A falta de ayuda impresa nos vamos en busca de la legendaria hospitalidad senegalesa, que en wolof (idioma que habla el 80% de la población) se denomina "Teranga".

La escasez de turistas y la homogeneidad étnica de la ciudad hace imposible que puedas pasar desapercibido. Muy rara vez te cruzas con un blanco (que suele ser un turista francés o español) y siempre aparece la misma estampa: el turista flanqueado por varios vendedores que lo persiguen durante un largo camino hasta que compras algo o te metes en un taxi para perderlos de vista. Y cuando te bajas del taxi, como eres tan sociable y tan guiri, te pones enseguida a hablar con otro vendedor y también se te pega, y, como no hemos venido a luchar contra los elementos y el muchacho parece buena gente, en vez de intentar que se nos despegue nos lo quedamos para toda la semana.

Se presenta como Momo, es mucho más fácil de recordar para los turistas que Serigne, su verdadero nombre. Es el de la foto de la derecha.Tiene 24 años y te cuenta, orgulloso, que conoce España: hace dos años se metió en un cayuco (embarcación típica senegalesa tristemente famosa en nuestro país)  y tuvo la suerte de llegar a Tenerife. En Tenerife estuvo un mes en un centro de acogida, fue lo único que vio. Me enseñó, orgulloso, la resolución administrativa de su deportación.  Lo metieron en un avión (esposado) de vuelta a Senegal... al relato del avión le concede mucha más envergadura épica que a la del cayuco.


La ciudad no tiene mucho que ver, pero eso no significa que no me guste.  Su bullicio, su descontrol, su caos, su olor a mar, a calor, a vacaciones de verano...estoy contento de haber elegido Senegal. Mañana nos vamos fuera de Dakar, a ver qué nos encontramos.

sábado, 2 de enero de 2010

"Sinsentido travelling" II Edición.

El avión está a punto de salir. Esta entrada está temporalizada para que  mis acompañantes a este nuevo viaje sepan su destino al mismo tiempo que los curiosos que se acerquen a este blog. Como ya anticipé, existen personas que se atreven a pagar un viaje sin saber dónde irán. Así no tenemos que discutir por el destino: lo impongo yo, pero también los libero de comparar, comprar, organizar...de pensar. Y tós felices. En la anterior edición de este invento nos fuimos de puente a Casablanca, y, como resultó un poquito angustioso verlos llegar con ropa para Oslo, esta vez sí les he advertido de las temperaturas mínima y máxima prevista: 22º y 30º.
Obviamente no puedo poner fotos aún del destino porque en mi casa me enseñaron, desde chico, que ni mis padres, ni mis abuelos, ni los padres de mis abuelos, ni los abuelos de mis abuelos subieron jamás una foto a un blog viajero sin que la foto saliese de su cámara digital. Así qué, continuando la tradición familiar, solo pondré fotos que yo haya hecho, y como esta vez voy sin portátil os tendréis que esperar a la vuelta (aunque, estad atentos, sí veo un ciber quizá no me pueda resistir).
Eso sí, prometí enseñaros la maleta que me mandaron los de Easyjet por romperme la mía en Toulouse, ahí la tenéis: doble fondo, poliuretano flexible, y 170 litros de inoperante capacidad... perfecta para traslados de domicilio o viaje de familia numerosa. La cambio, nuevecita, por una más chica...¿alguien interesado?


Y la segunda foto es pa rellenar un poco, es de otro "viaje" (hace 3 días): personas audaces y osadas (y con nulos conocimientos en el tema) hicimos una"matanza"y logramos sacar tó eso que veís en la foto, he de confesar que "algo" nos ayudó una familia de Zarza (aquí quede mi agradecimiento -y el de los demás, supongo-). Y es que, como dijo Coelho, todo el universo se pone de acuerdo para ayudarte a conseguir tu sueño (el mío era hacer chorizos). Y con esta cita filosófico-existencial de ibérico sabor, me despido.
Os dejo, que ya vienen a buscarme...uf, creo q vienen con una tabla de surf ¡ .
Cuando vuelva ya os contaré cosas.

Ah, se me olvidaba... nos vamos a Senegal.