domingo, 3 de enero de 2010

DAKAR

(NOTA: Esta vez el diferido resta emoción, ya sabéis que he vuelto vivo y sin mediar rescate. Aún así publicaré una entrada por cada sitio digno de recordar -una por día durante toda esta semana, si me canso antes ya lo diré-. Asi  que, si quieres darte una vuelta por Senegal ¡ móntate que nos vamos ¡ ,  y si no pon la tele y escucha a Belén Esteban...que de la Princesa del Pueblo se aprende la hostia).

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En 4 horas y media de vuelo pasas de la bufanda a las sandalias. Miles de pájaros en el cielo te llevan a pensar que sobrevuelan un estercolero. Al aproximarte compruebas que lo que las aves carroñeras sobrevuelan es la ciudad de Dakar, joya de Senegal y la ciudad más emblemática y "moderna" de todo África occidental.





El recorrido hasta el hotel es bastante revelador de lo que te encontrarás cuando patees la ciudad: Dakar es un gigantesco mercado con algunos edificios entre los puestos. Realmente la ciudad, como tal, no puede ser más fea (tiene su encanto, que dirían otros), yo bien creo que daría el pego si pusieran imágenes de esta ciudad para ilustrar las noticias de atentados en Kabul .
Nos levantamos tempranito, te metes pal cuerpo un Senecao y te tiras a la calle. Animación toda la que quieras. Las calles están repletas de gente vendiendo cosas previsibles junto con otras más inverosímiles: figuritas de madera, bisutería artesanal, el esqueleto oxidado de una sombrilla de playa, un volante de coche usado, pomos para puertas...también te puedes encontrar un rebaño en cualquier sitio, en la foto el lavado de una cabra en una playa del centro.


Como aún no sabes muy bien cómo funciona esto pues haces lo que has hecho toda la vida: que ves un tumulto, pues allí vas tú con tu cámara de fotos a ver qué sacas. El tumulto eran unos chavales haciendo "lucha senegalesa" (el deporte nacional), y, cuando te ven tan blanquito y con una cámara en las manos, todos quieren dinero por sacarles fotos, y, como eres nuevo en el país y aún no eres consciente de que los senegaleses son gente amable, sospechas que serás el próximo contrincante en el corro que tienen montado, y, como dijo un amigo, ya presientes que en la pelea sólo habrá dos golpes: el primero tu oponente contra tí, el segundo tú contra el suelo.

Intentamos, en vano, conseguir una guía de información turística para recorrer la ciudad. A falta de ayuda impresa nos vamos en busca de la legendaria hospitalidad senegalesa, que en wolof (idioma que habla el 80% de la población) se denomina "Teranga".

La escasez de turistas y la homogeneidad étnica de la ciudad hace imposible que puedas pasar desapercibido. Muy rara vez te cruzas con un blanco (que suele ser un turista francés o español) y siempre aparece la misma estampa: el turista flanqueado por varios vendedores que lo persiguen durante un largo camino hasta que compras algo o te metes en un taxi para perderlos de vista. Y cuando te bajas del taxi, como eres tan sociable y tan guiri, te pones enseguida a hablar con otro vendedor y también se te pega, y, como no hemos venido a luchar contra los elementos y el muchacho parece buena gente, en vez de intentar que se nos despegue nos lo quedamos para toda la semana.

Se presenta como Momo, es mucho más fácil de recordar para los turistas que Serigne, su verdadero nombre. Es el de la foto de la derecha.Tiene 24 años y te cuenta, orgulloso, que conoce España: hace dos años se metió en un cayuco (embarcación típica senegalesa tristemente famosa en nuestro país)  y tuvo la suerte de llegar a Tenerife. En Tenerife estuvo un mes en un centro de acogida, fue lo único que vio. Me enseñó, orgulloso, la resolución administrativa de su deportación.  Lo metieron en un avión (esposado) de vuelta a Senegal... al relato del avión le concede mucha más envergadura épica que a la del cayuco.


La ciudad no tiene mucho que ver, pero eso no significa que no me guste.  Su bullicio, su descontrol, su caos, su olor a mar, a calor, a vacaciones de verano...estoy contento de haber elegido Senegal. Mañana nos vamos fuera de Dakar, a ver qué nos encontramos.

5 comentarios:

  1. No me he vacunado para ir a africa espero que no me pase nada, te acompaño (again). roooober

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  2. Luis, espero que hayas apuntado bien la técnica del lavado de cabra, me la tienes que contar pormenorizadamente, que parece bastante eficiente (y ecológica) para aplicarsela a mis dos enanos, y si estos se quejaran al principio, puedo practicar con las gallinas para ir cogiendo maña.

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  3. Joer chaval te vas a quedar sin mundo, que paliza de kilometros. Deberian hacerte un programa como el del "Calleja" o "luisiños por el mundo". Ya entiendo porque es tan complicado tomar una birra contigo. Salud. migueloni.

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  4. Yo tampoco me he vacunado y aquí estoy...lo que no sé es si en este momento la malaria está adueñándose de mis entrañas, creo q sí, ya te diré.
    Edu, ahora el Guadiana tiene q estar mu fresquito pa hacer esas cosas, mejor mételos en la lavadora.
    Y migueles tengo tres candidatos que leen el blog: uno nunca escribe nada aqui, otro no bebe cerveza, así que debes ser...claro hombre ¡, tenemos q sacar ese ratín pa la birra ¡

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  5. LLegados a este punto creo que hablaré con mi primo Fede y a todos esos años de trabajo con Almodóvar hay que sacarle partido. A su equipo de frikies querría ver yo en Senegal, tragando polvo, encoratándose, comiendo pescado crudo, etc

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