lunes, 5 de julio de 2010

4. La Boca.

Para "llenar" el área metropolitana de Buenos Aires tendríamos que juntar Madrid y Barcelona y al resultado añadirle Londres o París. Es decir, es inmenso. Aquí está la Av. más ancha del mundo (Av. 9 de julio) y también la más larga (Av. de Rivadavia, me ha dicho el locutor de la radio extremeña en Bs As que llega hasta el número 20.000. Y sí, hay una radio extremeña en Bs As, pero  ¡céntrate en lo que estamos !, bueno, la de Zarza no: esta gente me pregunta por tus padres y por tu familia y tienen un disgusto tremendo porque no te ubican, exijo datos).  A lo que iba, que Bs Aires es mu grande,  así que he pensado, si a ti te parece bien, que lo voy a ir haciendo por barrios, aunque quizá mañana cambie de opinión.

Empezamos por los inicios históricos de la ciudad y por uno de los barrios más pintorescos: La Boca. Te pillas el metro hasta que se ya no hay más, luego el colectivo hasta que te dice el conductor que ahí acaba la línea, y te ves en una dársena portuaria abandonada y te preguntas que qué pintas tú allí. En esto que llega un bus con turistas y me infiltro entre ellos, es fácil: sacas la cámara y te la cuelgas.  El barrio es atravesado por el Riachuelo, el primer asentamiento surgió en la "boca" de la confluencias del Riachuelo con el Rio de la Plata porque había mucha pesca, sobre todo pulpos (Aviso importante: la información ha sido facilitada por el el guía de la excursión brasileña a la que me adherí, así que lo mismo no eran pulpos...tratándose de un rio ya me extraña un poco). La singularidad del barrio la encontramos en el colorido de algunas de sus calles, esto es debido a que las primeras casas se hacían de madera y zinc y se aprovechaba la pinturas sobrantes de los astilleros, y como les quedó resultón pues siguieron con la faena, y ahora viene la gente a sacar fotos, así que el reciclaje de la pintura industrial en elemento decorativo fue un éxito comercial para el barrio, que, dicho sea de paso, es lo más cutrecín que he visto hasta ahora de la ciudad.
 
Los brasileños se meten en su autobús de turistas y yo me meto en mi colectivo (la cámara otra vez al bolsillo). Llegamos al mismo tiempo a la cancha de Boca: La Bombonera. Con la misma táctica de transformación en turista convencional me pego de nuevo al grupo, se abren las puertas del Estadio y tós pa dentro. Me sabe mal porque alguno se habrá quedado fuera: nos iban contando según entrábamos. Yo hacía el 32.

De vuelta al centro me encuentro con algo que ya había visto en Callejeros Viajeros o Españoles por el mundo (esos programas que tanto daño me hacen y que me incitan a hacer estas cosas en vez de irme a la playa): los paseadores de perros. Te los encuentras por toda la ciudad, y no me voy yo de aquí sin preguntar cuánta plata se saca por pasear un caniche al lado de un pitbull. Lo mismo me animo.

8 comentarios:

  1. Pero cómo se te ocurre decirles que me conoces!! Me haces pasar una vergüenza mundial!!! Yo no quiero que me relacionen contigo

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  2. Los paseadores no pasean, han atado los perros y sus dueños pensaran que están paseando, has conseguido una foto-denuncia que bien podría arruinar sus carrera, asi que saca plata con el chantaje. Vva.

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  3. ahora un estadio de futbol?, enseñanos cosas bonitas ya o te vienes para aca inmediatamente.

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  4. Mmm, empezamos a viajar, los arrabales y origen del tango (olvida el futbol un rato). Se ve que no has desconectado del trabajo y buscas oportunidades de negocio pero ¿pasear perros?. El otro día "me pasé" por el valle de la luna, no sé si entra en tu itinerario. Aquí previsiones de 44ºC, así que esta tarde lectura ambientada en Argentina (desconfia de IRma la paraguaya).

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  5. Pero que injusta es la vida... Tú en Argentina y yo en Coria rascando las barandillas de la piscina. Si,si, he sacado un "ratino" para escribirte desde el ordenador de tu padre. En fin, coge los perros y busca los patos, pollos y gallinas y conseguiras una bonita canción.

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  6. Tú y yo sabemos que la vergüenza la perdiste hace mucho tiempo, si es que algún día la tuviste.
    Ya Marta, ya, tranquila, tranquila que todo llega.
    Madrita, 44 grados, quién estuviera ahí "gozándolos", desde que dije ayer que hacía mucho calor se ha puesto a hacer frío, pero esto ni es invierno ni ná.
    Priiiiimo, ¿qué haces tú ahí? ya te puedes ir y volver cuando yo esté. Eso sí, acaba lo de la barandilla que si no me va a tocar a mí...ya sabes que siempre me toca a mí el trabajo fino.
    ah, aquí son 5 horas más, que alguien lo preguntó en la entrada anterior.

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  7. Perdón, al revés, son cinco horas menos.

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  8. La Boca no es cutre, es pintoresca.

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