martes, 30 de marzo de 2010

Oslo

Te levantas tempranito, te vistes con el kit de esquimal y te tiras a la calle. Pillas el metro y te das cuenta que los noruegos no hablan, debe ser porque tienen un idioma incomprensible incluso para ellos. Primer destino: Holmenkollveien, es decir, el mirador del Holmenkollen, un salto de esquí brutal que parece concebido para alcanzar Dinamarca sin mojarse, pero que en realidad lo están haciendo para el mundial de ski nórdico del año que viene. Aún no está entregada la obra y tú vas y te cuelas, siguiendo a otros domingueros con pinta de nórdicos, y el único guardia de seguridad  del recinto  nos llama la atención pero tan amable que parece que le guste que se le cuelen los domingueros, ahí lo tenéis en la foto con la sonrisa en la boca y sin decir tacos (creo).

Está el campo muy bonito pero no encuentras ni un triste espárrago, y eso le quita bastante encanto al paseo. La vista del fiordo de Oslo desde el Homenkollen hace que merezca la pena no haberse quedado en España para procesionar y guardar ayuno y abstinencia. A la vuelta comprendes que lo único que le falta a los noruegos para hablar es estar borracho, y nos lo demuestran dos chavales durante el camino de vuelta y nos cantan "volare, volare" porque para ellos un italiano y un español es exactamente lo mismo, como un finlandés y un sueco para nosotros.

Nos vamos al fiordo de Oslo y en vez de coger el barco turístico nos montamos en uno de línea, que suelen hacer lo mismo pero más barato. Todavía no sabemos a dónde fuimos, pero regresamos sin mojarnos ni nada, así que no resultó mál.
Y ya por la tarde te das una vuelta por el Vigelandsparken que es otra atracción al aire libre: una especie de Retiro madrileño, pero con  el lago helado. Alli puedes "admirar" unas estatuas con la que te puedes plantear, una vez más,  qué significado tiene el arte...pero dan bastante juego para sacar el gañán que los seis llevamos dentro, así que pa hacer un poco el tonto antes de que los huesos se nos helaran del todo está muy bien.

También te pasas una buena parte de la tarde intentando organizar lo que tenía previsto para mañana: estación de tren, de autobuses, alquiler de coche... todo petao (aquí también hay vacaciones), así que hay que cambiar mi plan inicial. Mañana nos levantamos a las 5:30 para irnos a... 

5 comentarios:

  1. MAGISTRAL, cómo me ha gustado la crónica de hoy (ayer para tí que te lías). Hecho de menos, como en las películas, que los actores no van nunca al baño. Es decir, es conveniente que no sólo nos hables del paisaje, sino también de la "psicología" de grupo (miedos, enfados, discusiones, actos ridículos, borracheras, etc.) Por cierto, que coño estáis comiendo.

    ResponderEliminar
  2. ¡¡¡QUE FRIO!! al ver esas fotós de esas visitas a lugares que deben impresionar (además de dejar los deos de los pies al punto de congelación) y que disfrutamos por gracia y obra sólo tuya y de los insensatos, que una vez más parece q no han ido. Tb apelo a q nos cuentes algo de los galipuches y aposentos. Pq seguro que pal frio lleváis petacas de wisky a palo seco. Mañana (q ya estaré de vacances, si me acuerdo de ti) Más.

    ResponderEliminar
  3. Hola Luis, no he entrado x akí hasta hoy xq creía que ibas a tener los dedos congelados para escribir y no ibas a poder narrarnos tus peripecias.Ya veo que igual os adaptais al calor que al frío, nosotros, al final, no vamos a poder irnos a Galicia, la niña se ha puesto mala y yo todavía no me he recuperado. Por cierto, dice María que ella tb quiere salmón.

    ResponderEliminar
  4. Hola Luis, lo de las 5´30 horas sé que es un farol. Ya en el Camino de Santiago te costaba levantarde a las 8. ¿Qué tal esos arenques? ¿Están tan asqueroros como cuentan? Venga, a pasarlo bien.
    Pdta: muy bonita la nieve, los saltos, los estanques helados y todo eso. ¿No podrías plasmar a alguna noruega? Gracias por adelantado.

    ResponderEliminar
  5. Los detalles escabrosos (alojamiento) os lo voy a dejar pa cuando esté inspirado. De momento, sólo deciros que lo de la petaca ha sido un olvido imperdonable. Y de comer, todavía no hemos probado ni el arenque ni el salmón... la mortadela con aceitunas parece no tener fin.

    ResponderEliminar