domingo, 19 de febrero de 2012

Welcome to Malta.


Digamos que es sábado 18 de febrero. Acabamos de llegar.

De punta a punta, la isla no tiene más de 30 kms. Tan siquiera he tenido que cambiar el mapa coloreado del encabezamiento porque este país tan chiquitín no abarca ni medio pixel, así que ni se nota. 

Con mi recién adquirido "dominio" del inglés me doy cuenta de que en Malta se habla maltés. Ellos dicen que son bilingües (por eso de vivir de los cursos de inglés) pero en realidad entre ellos hablan su lengua que es una mezcla entre italiano, árabe y torrejoncillano (reseña cultural no contrastada).
Salimos del hotel, intentamos picar un poquito para no perder tiempo pero nos ponemos a reventar de spaguettis y pizzas, y para bajarlo recorremos  la bahía. Cuando estamos ya cansainos hacemos como que queremos seguir haciendo cosas y nos metemos en un barco, más que ná, para sentarnos. Nos hubiera dado igual porque ni preguntamos, pero afortunadamente el barco no iba a Libia sino a La Valeta, capital de Malta y ciudad de obligada visita que ya mañana os enseño mejor.

Es sábado noche y estamos en Carnaval y me acuerdo de un tal Javi que me desaconsejó alojarme en La Valeta porque "es una ciudad turística de día pero muerta de noche", ya te pillaré tío listo. Así que de vuelta, esta vez en bus, a St.Julian´s donde no hay Carnaval pero sí nos espera nuestra primera inmersión en el peazo SPA del hotel.

Y después del remojo habrá que tomar un algo por ahí. La zona de copeo se llama Placeville, y nos gusta regular así que nos vamos a la discoteca más chic del país, no por la discoteca en sí sino porque sabéis por otras veces que tiendo a encaramarme en lo más alto que me dejen. En Malta lo más alto es Portomasso Tower. En el único rascacielos del país puedes mirar a todos los malteses por encima del hombro, por altura y por... ¿clase?. La carta de las mesas incluían champán  de 999€, así que nos resultaron bastante cutres las Paris-Hilton locales cuando pedían a nuestro alrededor champán de 200 € la botella. Ni un culín nos ofrecieron. Ordinarias.

2 comentarios:

  1. Parece que el riguroso diferido hace que la audiencia baje... Vamos hombre! que el viaje promete (Claro que saber que están de vuelta y que Luis escribe la crónica desde el sillón de su casa en pijama, pa que engañarnos le resta glamour)
    Es lo mismo, mañana más porfa y un especial del SPA. CHAOO

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  2. Nunca se me ocurriría escribiros desde el sillón en pijama, estoy en la cama.

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