Desde Buenos Aires... así debería haber comenzado esta entrega. Pero mejor os cuento alguna cosilla que han determinado que en estos momentos acabe de comer en un restaurante finísimo y esté acostado en una cama de 2x2.
Huelga salvaje en el metro de Madrid. Durante el trayecto en tren dicen que Madrid está colapsado. En una hora tengo que estar en Barajas. Pues, milagrosamente, lo consigo...¿ya pensabas q había perdido el vuelo, eeeeh?. Me pongo a facturar.
Total, sigo en Madrid, me cambiaron el vuelo para hoy. Esta mañana he estado de guia turístico con mis dos inesperados acompañantes, el de Buenos Aires me viene bien porque va a buscarlo su hermana al aeropuerto y a mi me ha incluido en el lote de recogida. Ahora piscinita en el hotel con todo incluido. Y, para compensar las "molestias", viajaré en primera clase y ...me han atizado 300 euros como compensación ¡¡¡.
Esta noche volveré a prestarme voluntario si hay overbooking. Es lo que tiene ser un tio comprometido, prefiero "molestarme" yo.
Y esto empieza cojonudo, cambiando de planes ná más salir de la provincia. Promete.Segundo día.
Claudio (el argentino) se retrasó en el hotel, llegó al aeropuerto y facturó sus maletas sin conocer la conversación que media hora antes habíamos tenido en el mismo mostrador Juan (el chileno) y yo:
- ¿Faltan plazas hoy?, dije sonriente a la chica del mostrador.
- Sí, varias.
- ! Pues no quedamos ¡ ...Juan, que nos quedamos ¡
- Pero qué decís ¿Sos loco?
- Podemos aprovechar para ir al Palacio Real y al Prado ¡...y son 300 € más ¡
- Dale, nos quedamos ¡
Pero resulta que los voluntarios hoy superaban a las plazas, así que teníamos que estar atentos. En esto que llega Claudio y nos aturde con sus batallitas (pelin plasta sí es), y cuando vamos a ventanilla todos los voluntarios se nos han colao. Sólo sobra una plaza en el avión, Juan dice que él en Madrid se queda para conocer el centro histórico (el primer día le hice un fantástico recorrido en un plano por el Madrid monumental: llegó a la plaza de España, le ofrecieron un tour al Bernabeu y allí echó el día), pero que si yo no me puedo quedar él prefiere irse (es Teleco en Amsterdam, quizá no le motive mucho el dineral). Resultado: me quedo yo. El trío iberoamericano se deshace definitivamente.