viernes, 3 de julio de 2009

5. VILLE DE MONTRÉAL



La palabra "Montreal" es la versión arcaica, escrita de forma simplificada, de Mont-Royal, un monte localizado en la ciudad, en el centro de una isla entre el río Saint Laurence y la Riviere des Prairies. Es uno de los principales centros industriales, comerciales y culturales de América del Norte...y para más información formal acudid a una enciclopedia.

La ciudad es muy bonita, es cierto, pero hablaré de lo que no me gusta, que es más entretenido. Es cuadriculada, pillas una verea por un lado y te sales del pueblo por el otro. Las aceras están encementadas, sin baldosas ni adoquines, por lo que algunos barrios tienen un look tercer-mundo muy logrado, quizá sea porque en invierno se llega a los 40 bajo cero y deben explotar todas las tuberías y están hartitos de levantar baldosas (información no contrastada). En las guías de viaje aparece el metro de Montreal como un símbolo de modernidad... pues yo no he visto metro más cutre.

Las iglesias de época colonial se mezclan con los rascacielos, pero además, al laito al laito, creando un impacto visual que rompe el equilibrio (que esto, según quien lo diga, puede ser muy bueno o muy malo; y como lo digo yo, pues ni fu ni fa). Por cierto, esta tarde nos hemos colao en el rascacielos más alto, hemos subido a la terraza, donde al parecer hay un restaurante, y, casi sin dejarnos salir del ascensor, una chica nos ha "recomendado" que nos fuesemos a cambiar de ropa para poder entrar (y eso que yo iba superelegante con mis bermudas y con mi camiseta del insti...la culpa de Rocío, fijo).

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